Me duele España
Estos cuatro días han sido una pura delicia. Tierra de una belleza sin parangón, de gente de raza, de mimos al paladar, y además,..... nos acompañó el tiempo. No se podía pedir más. Sin embargo, una mezcla de tristeza se vierte cuando se piensa en ello. Será que duele España, como decía Miguel de Unamuno, bilbaíno y vasco hasta la médula. Cierto es que no hemos tenido una mala cara, una mala contestación, mas bien todo lo contrario, la gente se desvivía por darte una explicación, por aconsejarte un buen sitio donde comer, algo que no debías perderte, ... y a pesar de todo, el ambiente olía a dolor, a rebancha, a rabia, a inconformismo, ... El 22 de mayo ha pasado ya y nuestra democracia ha llevado a Bildu (brazo político de ETA) a una buena parte de ayuntamientos del País Vasco (el Tribunal Constitucional, el Tribunal Supremo, tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando, el caso es que ahí están). Una semana les ha bastado para quitar la bandera española y colocar la ikurriña, pa