Agosto 2019 - Colombia: ¡el riesgo es que te quieras quedar!


VIAJE A COLOMBIA

9 de agosto a 12 de septiembre 2019 - BOGOTÁ

Viaje atípico y reseña, por tanto, también atípica. Se trató de un viaje combi: un país que a priori seducía muchísimo y la boda de mi hijo que se casaba con una colombiana. ¡La aventura prometía!

El galimatías estaba servido. Disponíamos de más de un mes y tenía in mente las zonas que no me quería perder: el eje cafetero, el Caribe colombiano, la zona del Pacífico, San Andrés y la isla de Providencia y algunos must de los aledaños de Bogotá. Era mucho para ver, cientos de kilómetros entre cada punto por recorrer y 15, 16 y 17 de agosto quedaban bloqueados para el evento familiar.

Casi con un año de retraso, contando tan sólo con mis notas previas al viaje y mi mala memoria "de pez", me dispongo a hacer un somero resumen que intente ayudar a todo el que tenga intención de visitar este maravilloso país.

Lo primero y principal es desprenderse de cualquier posible prevención por el tema de seguridad. Nos sentimos como en casa durante todo el periplo y la gente es más amable y agradable que la media mundial; seguro. Obviamente, nunca hicimos alarde de valentía visitando sitios no recomendados o sí, ni a horas intempestivas. Simple sentido común y todo irá como la seda.

Como he comentado previamente, este viaje era una mezcla de desplazamiento para asistir a la boda de mi hijo que se casaba allí con una "rola" de pro ("Rolo es una denominación antropológica usada en Colombia para referirse a los bogotanos; rolo es el bogotano hijo de no bogotanos"  Wikipedia) y aprovechar los 8.000 kms. para conocer este magnífico país.

Repito, se trata de un esquemático resumen de nuestro viaje, con algún que otro consejillo que pueda ser de ayuda al que tenga in mente un viaje allí.

Viernes, 9 de agosto

Volamos Madrid-Bogotá con Iberia sobre las 12 y llegamos a media tarde del mismo 9 de agosto, con la ganancia del cambio de hora. La llegada al Aeropuerto El Dorado fue con cierto miedo, pues mi hijo nos había encargado que llevásemos botellas de buen vino Rioja, buen jamón serrano y buen queso manchego en "cantidades industriales" para los aperitivos de la boda. Al llegar a los controles aduaneros me temblaban las piernas, pero pasamos sin problemas.

El Aeropuerto de El Dorado está a 12 kms. del centro de Bogotá y se tarda, sin tráfico una media hora. En esta ocasión, nos recogieron nuestros hijos, pero mi consejo es coger un taxi oficial -no los ilegales, que están a la caza-, distinguible por el  número de matrícula en la puerta, son muy baratos y no merece la pena arriesgarse, cuando el trayecto sea aeropuerto-centro; a la inversa, invariablemente recomiendo el Uber, cómodo y súper barato. Teóricamente los Uber tienen prohibido llegar al aeropuerto, pero es difícil demostrar que no es un viaje particular; aunque alguno de los viajes nos dejaron al principio de la terminal porque hubiera mucha policía a la vista; pero sin problema tampoco.

Otra recomendación es sacar algo de dinero en el aeropuerto para los primeros gastos y posteriormente ir cambiando en bancos o casas de cambio -hay muy poca diferencia entre unos y otros. Durante nuestro viaje, para manejar con un poco más de soltura los equivalentes en euros a cifras tan sumamente grandes en COPS, nos creamos un truquillo que consistía en cepillarse de un plumazo las tres últimas cifras de la cantidad en cuestión y dividir entre cuatro la cantidad resultante. Ejemplo, algo que costara 150.000 COP, le quitábamos los tres ceros y los 150 los dividíamos entre 4, nos resultaba un total de 37 euros, bastante cercano al precio real que estábamos pagando. Habría que adaptarlo a los cambios del momento del viaje.

Parque 93

La decisión sobre la elección del hotel en Bogotá puede provocar dudas, como las tuve yo. Una ciudad sumamente grande  y con un índice de percepción de la seguridad bastante bajo, por lo que no era un problema menor. Afortunadamente, mi nuera me lo puso muy fácil. Localiza el Parque 93 y todo lo que sea alrededor de él, se trata de una zona totalmente segura. Elegí el Hotel Suites Real y fue nuestro alojamiento de referencia en Bogotá. Buen hotel. Habitaciones tipo suite, con un saloncito y cocinita y un dormitorio bastante grande y el baño por 31 euros diarios con desayuno incluido. El  servicio inigualable; el desayuno no estaba mal y la ubicación estupenda muy comercial y con buenos transportes de todo. El día antes de la boda me pegaron un buen susto, pues dejé a planchar el traje que llevaría en la boda y no aparecía en todo el hotel: que si se habían equivocado de habitación, que si no lo había entregado la de la tintorería,... estaba en el maletero, colgado. Susto de los buenos.

Hotel Suites Real

Hotel Suites Real

Hotel Suites Real

Estaba planificada una estancia de un mes largo, por lo que los primeros días fueron de aclimatación y conocer a la familia de Bogotá.

Destacar un museo muy bonito, cercano a nuestro hotel y que sorpresivamente no era muy conocido por los lugareños. Se trata del Museo de Chicó, nombre que proviene del propio barrio en que se encuentra y que a principios del siglo XX pertenecía a una adinerada familia de Bogotá que donó toda la finca para bien público. La casona alberga numerosas habitaciones y una capilla, con obras de arte provenientes de los viajes de la familia Sierra por el mundo y un  parque con un pequeño lago que enmarca un lugar de ensueño. Tienen visitas guiadas y lo recomiendo sin lugar a dudas.


Museo Chicó

Museo Chicó

Museo Chicó

Museo Chicó

He de reconocer que a priori no pensaba invertir muchos días en Bogotá. No lo entiendo, pero se vende muy mal como punto turístico hacia el exterior; quizás sea por su reciente pasado de inseguridad provocado por ser, junto a Medellín, el reino del tráfico de drogas. Creo que Bogotá es hoy una ciudad moderna; no tuvimos el más mínimo problema y merece que el mundo cambie la idea que existe. Todo ha cambiado. De hecho, dejamos la última semana para dedicársela a la capital colombiana y nos faltó tiempo.

Domingo 11 a jueves 15 de agosto - EJE CAFETERO

Aquella mañana volamos de Bogotá a Pereira y con ese vuelo comenzaba una parte del viaje que me seducía muchísimo y que cubrió mis expectativas, superándolas con mucho: El Eje Cafetero.

A quien se enfrente a una planificación de un viaje hacia la zona cafetera del país, se va a encontrar con muchísimas dudas: 

*    Lo primero, el medio de transporte: mi consejo es descartar el ir en coche o autobús desde Bogotá o incluso Medellín, los kilómetros no son muchos pero las carreteras, al parecer dejan mucho que desear y se puede convertir en un recorrido harto duro. Los compañías low cost de aviación en Colombia, son baratísimas y funcionan especialmente bien. Recomendación: sacad los billetes con bastante tiempo para encontrar justo lo que necesitáis.

Nosotros volamos con Viva Air, Bogotá-Pereira y con Latam, Pereira-Bogotá = 70 euros cada uno los dos trayectos. El planificar con tiempo los itinerarios y sacar los billetes con antelación os hará ahorrar un buen dinerillo.

* Teniendo en cuenta que los departamentos que componen el eje son Risaralda -capital Pereira-, Caldas -capital Manizales- y Quindío -capital Armenia- y que en cada una de las capitales se encuentra el pequeño aeropuerto que les da servicio, parece que la lógica dicta ir desde Bogotá al más norteño (Pereira), realizar el viaje zigzagueando dirección sur y salir de vuelta desde el aeropuerto más al Sur (Armenia), pero luego los horarios de los vuelos no son tan ad oc cómo gustaría y en realidad las distancias no son muy largas, por lo que da lo mismo recorrer hacia el sur viendo los puntos interesantes en la parte occidental y volver hacia el norte de nuevo recorriendo los del oriente o al revés. Incluso llegar y salir del mismo aeropuerto.

* Cómo moverse. Hay mucha, mucha gente que se desplaza en autobuses, pero nosotros íbamos ocho y alquilamos dos coches pequeños  (220 euros, cada uno, tres días, sin franquicia, con Rental Cars -reserva hecha antes de salir a través de la página web). El precio resultó más caro que si hubiéramos reservado a través de una agencia local, pero al parecer, en Colombia está prohibido el alquilar vehículos sin franquicia (ojo no os entenderán lo que queréis decir con "franquicia", allí lo llaman "con o sin deducible" (Hertz me ofrecía un Renault Logan por 183 euros, pero claro, con franquicia).

* Qué ver. Este capítulo si que va en gustos; la oferta es variadísima y las recomendaciones están de más, pues no se puede ver todo y mi sugerencia es que entréis en las páginas web de aquellos puntos turísticos que os llamen la atención (Parqué del Café, Panacá, Recua, Ecoparque,...), para haceros una idea de lo que se trata. Yo incluiría Salento y el Valle de Cocora, Filandia, visitar una hacienda cafetera y si podéis dormir en ella, mejor, y visitar alguna de sus termas. El resto son especie de parques de atracciones con más o menos actividades divertidas y acondicionadas al entorno.

Un punto sumamente importante, si se va a conducir, es estar pendiente de los horarios de "pico y placa" de cada localidad: sistema instaurado en varias localidades para controlar el tráfico con propósitos de preservación medioambiental. De lunes a viernes sólo se permite la circulación el día de la semana que corresponda al último dígito de la matrícula. Las multas son muy cuantiosas, por lo que es conveniente estar muy pendiente de este tema y, especialmente el día en que se va a recoger el coche de alquiler y se va a devolver. Hay casas de alquiler de vehículos que no advierten de ello a sus clientes y puede llegar a ser una seria complicación.

Nuestro viaje básicamente consistió en vuelos hacia y desde Pereira; dormimos dos noches a las afueras de Salento; otra en Risaralda y la última noche en Santa Rosa de Cabal (balneario).

Nuestro itinerario por el Eje Cafetero a grosso modo fue el siguiente:


Filandia: pueblito encantador, con una plaza para el solaz de sus residentes y visitantes y coloridas casas
de estilo antioqueño, presidida por su templo a María Inmaculada. Visita obligada es su mirador en la Colina Iluminada de 27 m. de altura, desde el que se ven unas vistas espectaculares en kilómetros a la redonda. No lejos y antes de llegar a Filandia sale una carreterita que lleva a la Reserva Natural de Barbas Bremen, reserva natural donde se organizan excursiones de unos 4 kms. a través de naturaleza pura que conservan especies endémicas como los monos aulladores, por ejemplo; no tuvimos tiempo de ir y lo siento.

Mirador Filandia



Iglesia María Inmaculada (Filandia)
Filandia

Salento: Otro pueblo con encanto, de  casas con fachadas de colores, su plaza central, la Iglesia Nuestra Señora del Carmen y su Calle Real donde no podrás recorrerla sin hacer parada en alguno de sus reclamos comerciales y pequeños restaurantes. Como Filandia, presume también de Mirador en lo alto de una colina.

Como las distancias son cortas en kilómetros -no lo son tanto en tiempo, pues son carreteritas de montaña en su mayor parte con dos carriles de ida y vuelta-, decidimos "montar campamento" en Salento. Fue un acierto no tanto por la localidad, que es la más turística de todas, sino por la elección del B&B que sería nuestro refugio durante dos días: La Lola (Salento) (casa completa con cuatro dormitorios con baño. Imposible mejor. 224 euros dos días, ocho personas).

Lalola (Salento)

Salento, además de ser bonito per se,  con sus impresionantes paisajes y cafetales, tiene la ventaja de ser punto de entrada tanto del famoso Valle de Cocora, conocido por sus famosas palmas de cera -símbolo del país-. como del Parque Natural de los Nevados, que también se cayó de nuestro itinerario, pues el tiempo era limitado.

Valle de Cocora
Valle de Cocora

Valle de Cocora

La visita al Valle de Cocora, a 25 kms. de Salento, es de obligado cumplimiento y aquí van mis consejos: 

*    Ir temprano, pues la afluencia de público es considerable; sobre todo si se tiene intención de hacer la ruta completa: 12 kms.

*    Se puede ir en vehículo propio o alquilar un Willys, aquí conocido como "yipao": coche americano muy popular al terminar la Segunda Guerra Mundial y del que Estados Unidos tuvo una superproducción que ofreció a muchos países latinoamericanos y al Eje Cafetero vinieron a parar muchos de ellos, que siguen dando servicio y son a la vez un buen reclamo turístico de la zona. Se alquilan en la plaza de Salento.

* La primera disyuntiva es qué camino tomar. Había leído mucho, pero sin embargo, al llegar allí, nos movimos por impulsos. Nuestro grupo, de lo más variopinto en lo que a preparación física se refiere, comenzó la marcha muy unido pero terminó disgregándose cambiando de trayecto e incluso medio de transporte. Entramos todos juntos por la primera entrada junto a una piscifactoría y el grupo siguió la marcha, mientras mi marido yo nos volvimos pasados cuatro o cinco puentes de los siete que hay, pues al llegar al final y cruzar hacia el otro camino se ha de caminar un arduo sendero con un gran desnivel, que nos hizo cambiar de itinerario cuando ya llevábamos más de la mitad. Al llegar de nuevo a la entrada, él optó por alquilar un caballo y yo por hacerlo andando.

Valle de Cocora
* El Valle de Cocora discurre por un par de terrenos privados que cobran del orden de unos 2.000 pesos cada uno. La legalidad de este cobro ha tenido su polémica hasta que al parecer terminó el asunto en los juzgados y éstos dirimieron que los cobros eran legales.

* Y ahora, repetir las recomendaciones de unos y otros viajeros, llevar agua, calzado cómodo y cerrado, impermeable e incluso comida, si tenéis idea de hacer picnic. Sinceramente, no necesité nada de eso; hizo un día ideal, no llovió, no hizo calor excesivo,...

Plano Valle de Cocora




Finca cafetera

Finca cafetera Don Eduardo

Creo que ir al Eje Cafetero y no visitar una finca cafetera es algo incongruente, pues la única forma de entender el por qué el café colombiano puede presumir de llegar a todos los rincones del planeta con una calidad excepcional es conociendo su génesis. De entre las muchas que existen en todo el eje, optamos por la de Don Eduardo que al estar cerca de Salento nos permitiría ir en Willy y probar la experiencia. Ambos cumplieron expectativas: el tour por la finca y el viaje ida y vuelta en Willy. Lo siento, pero no recuerdo precios (el tour, me parece que fue entorno a los 10 euros).

Circasia: Comenzamos a bajar hacia el Sur y se van sucediendo pueblecito tras pueblecito (Pijao, Buenavista, Génova, Córdoba,...); todos con su encanto especial, donde no puede faltar la plaza mayor presidida por la catedral y donde se dan cita al atardecer casi todos los habitantes a... no hacer nada. No olvidemos que estamos en la tierra de los pueblos "slow"; no hay prisas. Circasia tiene como atracción singular el "Cementerio libre"; un campo santo construido en 1932 y destruido en la década de los 50 por presiones del clero. En este cementerio prevalece la igualdad en la muerte, sin importar creencias políticas o religiosas. Es curioso.
Cementerio Libre en Circasia

El tercer día decidimos ir de nuevo dirección Norte y buscamos un Airb&b en Risaralda - "La Ponderosa", amplia finca donde dormimos por 92 euros al cambio de entonces. Tuvimos que cruzar Pereira (que no nos gustó, una ciudad de estilo algo anárquico, sin aparente atractivo), con bastante miedo de no equivocarnos de calles por las que el "pico y pala" no permitiera. Las multas son considerables.

Me quedé con ganas de ir a la reserva Barbas-Bremen donde se realizan excursiones de unas tres horas por bosques donde el mono aullador, especie endémica tiene su habitat natural; pero ya se sabe,... cuando se va un grupo de personas hay que respetar lo que la mayoría prefiera.

El siguiente punto, que cerraría con broche de oro nuestro viaje al Eje Cafetero era Santa Rosa de Cabal y, sobre la marcha, decidimos hospedarnos en el hotel.

A unos 10 kms. de Santa Rosa de Cabal se encuentra un complejo de termas con aguas que brotan de la tierra de origen volcánico a 60 grados; todo ello en un enclave idílico. Llegamos casi de noche y no íbamos muy documentados. Fuimos pasando entradas hasta llegar a una garita donde nos dieron información del hospedaje: de las muchas posibilidades de tipos de alojamiento que tienen, estaban completos y lo único que les quedaba eran dormitorios dobles con una cama supletoria al precio de 107 euros cada una (caro para lo que veníamos pagando, pero mereció la pena).

Hotel Termal Santa Rosa de Cabal
Hotel Termal Santa Rosa de Cabal
 

Hotel Termal Santa Rosa de Cabal

Hotel termal Santa Rosa de Cabal

Esa misma noche nos dimos un baño en la piscina termal del hotel en un ambiente totalmente único. A la mañana siguiente pudimos recorrer el hotel entero y sus instalaciones y disfrutar de ellas. Parte de nuestro grupo salió aquella mañana temprano pues tenían el vuelo a Bogotá a primera hora; el resto teníamos toda la mañana. Cuál sería nuestra sorpresa que dando un paseo y a un kilómetro del hotel, nos encontramos con que el verdadero balneario público se encontraba allí. Una subida donde la vegetación hacía explosión, con un toque humano decorativo que lo convertían en un sitio idílico y al final, las piscinas de distintas aguas en composición y temperaturas, vestuarios, bares, restaurantes y la majestuosa cascada de 95 metros de altura. Fue el colofón para irnos con el mejor de los sabores de boca del Eje Cafetero.

BOGOTÁ

Vuelo de Pereira a Bogotá con Latam, sin problema, ni retrasos. Llegamos con el tiempo justo para el sarao que mi hijo tenía preparado. Cena en el mítico restaurante "Andrés carne de res". Voy a omitir todo comentario, que se quedaría corto irremediablemente, simplemente reproduzco la propia definición que hacen en su página web: "Restaurante, bar, bailadero, rumbeadero, coqueteadero, conversadero, estadero, miradero". Recomendable, divertido y de obligado cumplimiento. Está a las afueras, en Chía, a unos 35 kms. de Bogotá, pero merece la pena coger un taxi.

Andrés carne de res


Andrés carne de res

16 de agosto

A la mañana siguiente, un bus contratado por nuestros hijos nos llevó a todos los invitados a la boda a la Catedral de Sal de Zipaquirá. Situada en el Departamento de Cundinamarca a unos 30 kms. al norte de Bogotá, la catedral forma parte de un Parque temático dedicado a la sal entre cuyas atracciones están las minas de sal, el museo de salmuera y, por supuesto, la Catedral de sal, entre otras instalaciones.


En 1954, los dirigentes del momento, movidos por el instinto religioso de los mineros que colocaban estatuillas de sus santos a la entrada de la mina y a ellos se encomendaban cada día para poder volver con vida a sus casas, decidieron crear una catedral, con más de 5.000 metros cuadrados de superficie y presidida por una enorme e iluminada cruz. 38 años más tardes hubo de ser cerrada por fallas en su estructura y finalmente, se decidió construir una nuevo domo, 60 metros por debajo del antiguo. 

Figuras de sal y mármol configuran la actual catedral, donde destaca el Vía Crucis, la espectacular cúpula y la nave central con el altar mayor. Impresionante. Hay que verlo.

Catedral Sal Zipaquirá

Catedral Sal Zipaquirá

Catedral Sal Zipaquirá

17 de agosto

Llegó el día menos pensado de toda la familia. Esto forma parte ya de mi privacidad, pero si os compartiré una foto, pues soy una madre súper orgullosa.


18 de agosto

La visita al cerro de Monserrate es otro de los must en Bogotá. Contemplar la capital colombiana a 3.150 metros de altura es un lujo que no se debe perder nadie que pise la ciudad.

Los medios posibles  de acceder a la cima son tres: andando, en funicular o en teleférico. Y aquí viene mi consejo: aquel 18 de agosto era domingo; procurad evitarlo. Las horas de cola para subir, elijas el medio que elijas, son interminables; aunque siempre te queda el recurso de subir andando, una horita por camino bien señalizado. Elegimos subir en funicular y tengo la primera foto (hecha cuando ya llevábamos tiempo de cola) a las 11:02 y la primera tomada arriba a las 13:47. ¡Ahí es na! 

Hasta ahora no os he hablado del tiempo climático en Bogotá. En resumen: id preparados para pasar frío, calor y lluvia en el mismo día. ¡Muy divertido! Si veis el cerro cubierto de nubes, lo más probable es que os llueva.

Montserrate
 Al llegar, un camino a través de una viacrucis con grandes figuras nos conduce hasta el Santuario; que no tiene ningún encanto especial, pero emociona ver a la "Moreneta" presidiendo el templo flanqueada por las banderas colombiana y española.

Qué decir del skyline bogotano: ¡asombroso! No fue nuestro caso, pero si podéis ir de noche creo que merece la pena también.
Montserrate

Montserrate

Montserrate

Desde Montserrate la carreterita de acceso lleva directamente a la Carrera 3 y el corazón de Bogotá está a una corta distancia. Todos los trayectos en Bogotá los hicimos en Uber, cómodos, seguros y baratísimos; a pesar de los embotellamientos - aquí conocidos popularmente como "trancos"-.

Al hilo de la visita a la ciudad, comentaros el peculiar sistema de nominación de calles, pero no por ello poco eficiente; es facilísimo orientarse. 

Bogotá está dividida en cuatro zonas principales:
*    La norte, desde la calle 68 hacia arriba, donde está concentrada toda la actividad financiera, cultural y de recreo de la ciudad.
*     La zona centro/este, desde la Carrera 1 a la 14 y de la Calle 5 a la 34, donde se ubica el barrio colonial, las oficinas gubernamentales, museos y edificios históricos.
*    La oeste es donde está ubicado el Aeropuerto El Dorado; hay numerosos centros de deporte, parques e industrias.
*    Y la sur, que comienza en la Calle 1 Sur y la componen residencias, industrias y comercio.

Para orientarse, no hay nada más que localizar las montañas donde se encuentra el Santuario de Montserrate, y se sabe inmediatamente que ese es el este de Bogotá.

*    Las carreras discurrirán, de forma paralela a los montes, con los números de las casas comenzando en el Norte y terminando en el Sur y su numeración comenzará de este a oeste.
*    Las calles lo harán de Este a Oeste atravesando las Carreras. Si caminas desde la Calle 1 hacia el norte (recuerda los montes deben quedar a tu derecha), la siguiente será la Calle 2 y así sucesivamente hasta la 245; pero si lo haces a la inversa, es decir, hacia el Sur, las calles aumentarán también, pero se les añade el signo cardinal Sur - Calle 1 Sur, Calle 2 Sur,...
*    Y, por último las Diagonales y Transversales, también de Este a Oeste
 Para ubicar cualquier lugar es más fácil de lo que parece a priori: por ejemplo, la dirección del Hotel Suites Real donde nos alojamos está ubicado en: Cl. 97a ## 10-45, Bogotá, Cundinamarca; el hotel se encuentra en la Calle 97a (por el motivo que sea hay una Calle 97 también) y se encuentra a 45 metros de la esquina de la Carrera 10. ¡A que ayuda!

Lunes, 19 de agosto - CARIBE COLOMBIANO

A las 9:30 de la mañana volábamos de Bogotá a Santa Marta con Vivair. No me cansaré de elogiar a las lowcosts colombianas, por precio y por servicio. Por 33 euros y dos horitas escasas estábamos en el Caribe colombiano. El precio te incluía 10 kg. de equipaje en cabina y 15 kg. en bodega.

A esta parte del viaje iríamos ocho miembros de la familia y nos movimos todo el tiempo en taxi, pues aunque teníamos que coger dos, salían muy muy baratos los desplazamientos.

Reservamos con antelación el Hotel Boutique Casa Mía, cuatro habitaciones dobles, dos noches que nos salieron a 353 euros (1.288.368 COP (44 euros cada habitación/noche). Hotel tipo colonial, con muy buena ubicación, aunque sin grandes pretensiones pero correcto, con aire acondicionado y una mini piscina en la planta superior.

Aquel día anduvimos unas cuantas calles hasta topar con el mar en la Carrera 1 y pidiendo orientación a los lugareños sobre dónde comer, terminamos en el un restaurante en el muelle de La Marina (95 euros los ocho), donde comimos bastante bien. A continuación nos cogimos taxis y nos dirigimos a una de las varias playas cercanas, llamada Rodadero a 6 kms. Curioso me pareció el que a las 20:00 horas, policías en motos de arena, sacaban a los bañistas del mar,  no sé el por qué, pues de hecho toda la playa se llena de vendedores ambulantes y la gente canta y baila hasta bien entrada la noche. ¡Estaba muy animada! Pero siempre fuera ya del agua.
Playa Rodadero

Playa Rodadero
Playa Rodadero

Playa Rodadero

Martes, 20 de agosto

No teníamos pensado pasar mucho tiempo en Santa Marta (la que tiene tren y no tranvía 🎼), por lo que tendríamos que aprovechar y al día siguiente salimos para el Parque Tayrona.

Difícil ponernos de acuerdo: hay que andar y los había bastante vaguitos en el grupo:

Foto propiedad de Google search,
que será retirada si fuera requerido a ello.

 El Parque Tayrona está a 36 kms. de Santa Marta y las alternativas eran:
*    Ir a la terminal de autobuses (muy cerquita del mercado) y por $7.000 COP te llevan hasta cualquiera de las entradas que quieras.
*    Coger un taxi (en nuestro caso serían dos)
*    Alquilar un coche (en nuestro caso serían dos).
Esto es para llegar a la entrada, luego queda la caminata hasta las playas.
*    Y una tercera alternativa, que fue la elegida por nosotros, que es ir a la Playa de Taganga en taxis (2 vehículos $24.000 COP) y alquilar una lancha ($765.000 COP, ida y vuelta, ocho personas; unos 20€ por cabeza) y en unos 40 minutos te dejan en Cabo San Juan. Un consejo: la lancha no corre,... vuela, por lo que no estaría de más echar biodramina en el bolsillo, por si acaso.

Allí pasamos la jornada y fuimos dando una caminata hasta la Playa de la Piscina, en sentido inverso. Sinceramente me quedé con ganas de más y si llego a ir sola, hubiera ido caminando en lugar de en lancha. Pero fue una buena experiencia también.

Playa de Taganga

El Parque Tayrona es una visita, diría yo, de obligado cumplimiento; por el entorno natural, por sus increíbles playas y porque está habitado por pueblos indígenas, para quienes el sitio es un lugar sagrado. Vuestras vivencias en Tayrona dependerán de las ganas de caminar que tengáis. Por todo ello, armaros con unas buenas deportivas, bañador, toalla y agua para beber.


Parque Tayrona

El Parque tiene tres entradas, con sus respectivos senderos, que terminan en distintas playas: 
*    Zaíno, es la entrada principal y su camino desemboca en varias playas; este sería tu sendero si tu preferencia es disfrutar de playas.
*    El Calabazo será tu opción si quieres adentrarte en los bosques del parque.
*    Palangana, el más retirado, te permite llegar a las playas más lejanas.
Parque Tayrona

Camino de Cabo San Juan

El camino es fácilmente transitable -según tengo entendido- y al parecer de donde dejan los buses hasta la puerta de Zaíno hay como 30 minutos de caminata, que se pueden evitar con unas vans que te llevan hasta la entrada) y de la entrada a Cabo San Juan la caminata es de unos 8 kms. 

Para horarios,  precios actualizados, recomendaciones, pernoctaciones, tours, actividades, etc., adjunto el link a su web oficial, que será de gran ayuda.


Cenamos estupendísimamente en Taganga y de vuelta a nuestro hotel de Santa Marta.

Miércoles, 21 a sábado, 24 de agosto

A la mañana siguiente salíamos hacia Cartagena. Habíamos estudiado las posibilidades de desplazamiento en esos 230 kms. que separan Santa Marta de Cartagena, que no son mucho, pero representan tres horas y media en coche o cuatro y media en van turística. Y el coste de nuestras opciones eran: autobus: unos 20 euros x 8 personas = 160 euros; taxi: 110 euros x dos vehículos: 220 euros y coche de alquiler: 150 euros x 2 vehículos: 300 euros. Finalmente, fuimos en autobus por 124 euros, con Transportes Marsol que nos recogían en el hotel de Santa Marta y  nos dejaban en el alojamiento de Cartagena.

En Cartagena teníamos reservadas cuatro habitaciones estándar en el Hotel 3 Banderas; muy bien situado en pleno casco histórico a un paso de todo, incluida la Avenida Santander que es la marina de la ciudad y, sin embargo, ubicado en una calle muy muy tranquila. El hotel, tipo colonial, con aire acondicionado, una piscinita agradable y desayuno incluido por 168 euros por habitación doble, las tres  noches de nuestra estancia.
Cartagena
Cartagena
 

Cartagena
Cartagena


  
Cartagena

Cartagena
  

Cartagena
Cartagena


Cartagena

Cartagena

Cartagena es una ciudad para quitarse el sombrero; bonita arquitectónicamente, animada a cualquier hora, segura -por lo menos esa fue mi sensación-.

Nuestras actividades fueron un free tour que bien mereció la pena; un atardecer con un buen cocktail en el Café del Mar y una noche en Getsemaní, barrio bohemio al sur de la ciudad (se puede ir andando perfectamente), donde puedes cenar o tomar una copa y de lo que te encuentres, nada programado. No se puede perder.
Getsemaní

El viernes 23 contratamos a través de la Recepción del hotel una excursión al Volcán del Totumo y el Lago Rosado por 20 euros (sólo traslados) cada uno.

Tomando la misma carretera que nos condujo de Santa Marta a Cartgena, se llega a unos 53 kms. al Volcán de Totumo (no apto para escrupulosos), que es, sin lugar a dudas, el atractivo turístico más insalubre de toda Colombia. Al llegar y tras pasar por vestuarios comunitarios separados hombres de mujeres, te conducen hasta una precaria escalera para salvar los 15 metros de la cima y boca del volcán. Te introduces en ese viscoso lodo a una temperatura aproximada de unos 30 grados y antes de pensar el cúmulo de enfermedades que puedes contraer, te sorprende la flotabilidad que adquiere tu cuerpo. Sin darte tiempo a reaccionar un individuo te acerca hacia él aplicándote un masaje, no del todo ortodoxo. Ya estás dentro, ya no tiene remedio,... a disfrutar durante 15 minutos aproximadamente, que entra la siguiente docena de personas a las que les toca su turno. Unas mujeres te conducen hacia un río cercano donde te enjuagan hasta el último requicio de tu cuerpo y cuando digo, el último,... se trata del ultimo.

Camino del vestuario para cambiarte, te comienzan a asaltar, mujeres a cobrarte: el del masaje en el volcán, la que te enjuaga en el río, la que te proporciona la toalla,... son propinejas, pero son un chorreíto.
Volcán Totumo
  
Volcán Totumo

De ahí, no lejos y de vuelta por la carretera hacia Cartagena paramos en Galerazamba "El mar rojo" de Colombia. Unas milenarias salinas plagadas de artemisa -algas que sólo pueden vivir en aguas salobres de color rojo- y que adquieren su máxima concentración en los meses de febrero a abril; en agosto no son tan espectaculares, pero te permiten hacerte una foto simpática, sentada en un pétreo sofá en medio del lago.
Mar Rojo Galerazamba

Los locales lo llaman el "mar rosado" y cuentan que en él paseaban su amor el cacique Zambra y Galera, abuelos de la India Catalina, que fuera raptada por los conquistadores españoles y ejerció de traductora del mismísimo Pedro de Heredia, fundador de Cartagena.

El sábado 24, el grupo se desintegró, unos hacia Madrid para coger el avión de vuelta, otros para San Andrés, para disfrutar del auténtico Caribe colombiano y nosotros decidimos pasar tres días más en Cartagena, pues se nos había quedado corto el tiempo.

Sábado 24 a martes 27 de agosto

Como el centro de Cartagena lo teníamos bastante trillado, decidimos mudarnos a Bocagrande a un apartamento de súper lujo, en una séptima planta, con todo el oceano a vista de pájaro y todos, todos los lujos que imaginarse puedan al módico precio de 118 euros, tres noches. ¿Se podía pedir más por menos? El apartamento disponía, además, de una piscina infinita; una sauna y un gran supermercado justo detrás. Fueron tres días maravillosos, con comiditas en buenos restaurantes costeros, nos acercamos alguna noche a Cartagena, dimos un gran paseo de caballos, visitamos el Fuerte San Felipe de Barajas, excursión en tartana y, lo mejor de todo, abrir los ojos por la mañana temprano y sin poner un pié en el suelo, sumergirte en las vistas del oceano.

Apartamento en Bocagrande
Apartamento en Bocagrande

Bocagrande
Bocagrande
Castillo San Felipe de Barajas


Monumento a los zapatos viejos

Cartagena la nuite


Martes, 27 de agosto 

¡Adios Cartagena! Parto enamorada de ti.

Vuelo con Latam de Cartagena a Medellín (una hora) por 110 euros los dos, incluyendo una maleta de 23 kgrs. El plan era llegar a Medellín y dormir esa noche para salir a la mañana siguiente hacia Bahía Solano.

Había llegado la parte del viaje que más dudas me creaba. El gran reclamo era la esperanza de ver saltar ballenas jorobadas que en los meses de julio a noviembre, acuden buscando las cálidas aguas del Caribe para aparearse o parir a sus ballenatos; actividad que mantenía en mi mente en cada viaje transoceánico que hacía y nunca lo volvería a tener tan cerca y en la época adecuada. La decisión no dependía de coger un vuelo hacia Bahía Solano y ya está; encontré muchas dificultades: es una zona que mantiene todavía guerrillas de grupos armados que se disputan el control del territorio esencial para el tráfico de drogas, por lo que el viajar por nuestra cuenta, como estamos acostumbrados quedaba descartado y las opciones programadas se disparaban a precios desorbitados para el coste de vida del país. Finalmente, pudo más el deseo que la cabeza y contraté un viaje que incluía: billetes aéreos Medellín-Bahía Solano ida y vuelta; alojamiento en habitación doble con ventilador; todas las comidas; charlas educativas; dos salidas de avistamiento en lancha y dos caminatas, a la Playa de los Deseos y a los riachuelos del Juná durante cuatro días y tres noches. Todo incluido, dos personas, por $3.260.400 COP (920 euros al cambio de aquella fecha).

La avionetilla saldría a las 6 de la mañana del miércoles 28, pero no del aeropuerto internacional de Medellín al que  habíamos llegado, sino uno pequeño -Olaya Herrera-. Mi primera intención fue buscar un hotel pequeño cerca, pero cambié de opiniòn, pues no podíamos llevar más de 10 kg. de equipaje cada uno y si buscaba alojamiento donde volviéramos al regreso, podríamos dejar nuestro equipaje en consigna.

Miércoles, 28 a sábado, 31 de agosto - BAHÍA SOLANO

Sinceramente, a pesar de que los avistamientos no fueron todo lo exitosos que me hubiera gustado, la experiencia mereció la pena. El hotel básico, aún siendo de los mejores de la zona - Playa de Oro-, con unos jardines bonitos y la habitación con una terracita con una hamaca; todo muy relax; pero está claro que a un viaje de este tipo no puedes ir pidiendo lujos ni comodidades. Quizás me pareció un poco largo de tiempo; una vez que te has recorrido la playa más de una docena de veces; que has hecho amistad con todos los niños del poblado; fuera de las salidas que eran cercanas y los avistamientos en la lancha, que era la oportunidad de poner toda la adrenalina de tu cuerpo en marcha; por lo demás, a un espíritu inquieto como el mío, me sobro quizás un día.
Bahía Solano

Avistamiento ballenas

Avistamiento ballenas

Avistamiento ballenas

Bahía Solano
Avistamiento ballenas

Bahía Solano

Bahía Solano

A las 13 horas del sábado volvíamos a coger nuestra avionetilla rumbo a Medellín de nuevo.

El hotel Dix, cuatro estrellas, en la Calle 10, súper bien situado, cinco noches, habitación doble por 182 euros. Viajar así, da gusto.

Domingo, 1 de septiembre a jueves, 5 - MEDELLÍN

 Medellín cumplió todas mis expectativas. Una ciudad bastante grande, situada en el Valle de Aburrá en medio de la Cordillera de Los Andes y rodeada por siete cerros, por donde la población ha seguido creciendo hacia arriba; tras Bogotá es la ciudad más poblada de Colombia. A pesar de lo que podría parecer, tiene un sistema de transporte muy eficiente, con metro, metrocable y tranvía, y evita muy exitosamente los "trancones" tan habituales en la capital colombiana. Nosotros nos movíamos en metro a todos sitios, sin problema.

Metro Medellín
Los días en Medellín nos cundieron bastante y eso que mi Manuel se puso malito con bastante fiebre y un par de tardes nos quedamos en el hotel. Los atractivos turísticos de la ciudad son muchos: el Museo Antioqueño, la Plaza de Botero, el Pueblito Paisa, la Plaza Mayor (aunque estaba en obras y no la disfrutamos en todo su esplendor), el Pasaje peatonal Carabobo, el Parque de los Piés Descalzos, la Catedral Metropolitana, la Basílica Nuestra Señora de la Candelaria, el Botanic, el Parque Lléra y, como no, mi adorada Comuna 13.

Catedral Metropolitana


Plaza Botero

Entre las mega estatuas de Fernando Botero que hay diseminadas por todo Medellín, pone la carne de gallina, la maltrecha denominada "El Pájaro", que mantienen en el mismo estado que quedara tras el atentado en el Parque de San Antonio, con 10 kg. de dinamita, que se llevara por delante la vida de 23 personas cuando disfrutaban de un mercadillo artesanal. Nunca se supo exactamente la autoría del atentado; si fue una respuesta a la detención del capo del Cártel de Cali el día anterior o partió de las fuerzas guerrilleras de las FARC.

A petición del maestro Botero, la obra se mantendría destruída: "Quiero que la escultura quede como recuerdo de la imbecilidad y de la criminalidad de Colombia". En el año 2000, Botero entregó a la ciudad de Medellín una nueva obra, a la que bautizó como "Pájaro de la Paz" y se colocó al lado del Pájaro Herido", como comenzó a conocerse la anterior estatua.

Pájaro Herido (Botero)
Pájaro de la Paz (Botero)

Plaza Botero


Iglesia de la Candelaria / Parque Berrio


Plaza Cisneros

Medellín desde el metro

Medellín desde el metro



La Operación Orión fue una operativa militar llevada a cabo durante cinco días en octubre de 2002, donde la sociedad civil quedó atrapada en el barrio, con muerto entre el fuego cruzado de militares y guerrilleros. 1.500 efectivos peinaron cada milímetro de la Comuna 13, al parecer, ayudados por paramilitares disfrazados de militares que eran los que se conocían donde se escondían los supuestos colaboradores de la guerrilla. La operación Orión reconoció la muerte de cuatro militares, seis civiles y seis rebeldes y heridos más de 200; aunque otras fuentes hablan de 70 desaparecidos y 243 arrestos. Esto si nos lo explicaba nuestro guía, con tristeza, al enseñarlos el estercolero donde se dice que están enterrados entre basura los desaparecidos.

Una de las advertencias que nos hace al inicio de nuestro tour es que no diésemos dinero a los niños, si lo pedían, pues se está haciendo una gran esfuerzo por escolarizar la zona y el dinero fácil no ayudaría a esta labor.

Merece la pena la visita.

No os perdáis el helado de mango de Doña Alba!
Comuna 13


Comuna 13
Comuna 13
Comuna 13
Comuna 13


Comuna 13

Comuna 13

Comuna 13

Comuna 13


Comuna 13

Comuna 13

Comuna 1


Comuna 13

También contratamos una excursión a Guatapé, con la empresa Sercoltur. Nos recogieron en un autobús muy tempranito en el hotel y al poco de salir a carretera paramos a desayunar. A 62 kms. nueva parada para conocer el Municipio de El Peñol, con su Iglesia y el monumento al Ave Fénix de 9 metros de altura que da la bienvenida y representa un homenaje a la inundación y traslado del viejo pueblo, renaciendo de entre los escombros y el agua, como el Ave Fénix egipcio. De allí, fuimos al pueblo de Guatapé, bonito y pintoresco donde los haya; el municipio entero parece salido de ambientaciones cinematofráficas para hacer una película. Su peculariedad consiste en cada familia materializa en el zócalo de su casa (zócalo de medio metro de altura o más) ya sea el oficio al que se dedica su propietario, alusivas a sus creencias religiosas, sus aficiones o sus amores -ya sean perros, niños o, incluso, dinero-; todos ellos hechos con mucho mimo. Otra peculiaridad del pueblo es los impactantes colores de sus casas, sus plazas, sus tiendas. Me gustó muchísimo! Alquilamos un cochecillo turístico con conductor que nos fue explicando con rigor los zócalos más representativos.


Guatapé
Zócalos en casas Guatapé
Guatapé



Plaza de Guatapé


Zócalos en casas Guatapé



Transporte turístico Guatapé

Guatapé


Guatapé

A las 12:30 nos llevaron al peñón, donde dispondríamos de dos horas para subir sus 220 m. de altura a través de sus 700 escalones y comer en el restaurante que nos indicaron. Nosotros no subimos y todavía me estoy arrepintiendo, porque si bonitas son las vistas desde los miradores de su base, las de la punta, en 360 grados deben ser espectaculares. Curioso, el peñon pertenece a una tal familia Villegas, hasta la fecha.
Peñón Guatapé
Peñón Guatapé

A la hora convenida volvimos a subir al autobús en el que nos llevaron a uno de los muchos embarcaderos que el embalse dispone para coger embarcaciones que hacen numerosas excursiones a lo largo de la represa. Una hora en barco con paisajes espectaculares y casas a sus orillas de famosos como el futbolista James o el tristemente conocido Pablo Escobar, nos hablan de una zona donde corrieron los millones y lo siguen haciendo, aunque, hoy,  dentro de la legalidad.



Casa del exalcalde de Guatapé

Finca Pablo Escobar

Casa James ex jugador Real Madrid

La represa se extiende a lo largo de 2.260 hectáreas, con 1.200 millones de metros cúbicos que generan el 30% de la electricidad del país. Sin lugar a dudas, mereció la pena la inversión.

Sobre las 18 horas ya de vuelta a Medellín. Fue un buen día.

Castillo El Poblado
 El último día en Medellín nos quedaba una mañana entera antes de salir para el aeropuerto y no lejos de nuestro hotel, veíamos a diario un castillo que llamaba mucho nuestra atención es el Castillo de El Poblado. Construido a principios del siglo XX al mismísimo estilo de los palacios del Loira en Francia, fue donado por la viuda de un industrial adinerado a la ciudad con toda la decoración y accesorios y está muy bien conservado. Bien vale una visita.

Castillo el Poblado
Jueves 5 de septiembre a Jueves 12 

Volamos aquella tarde de Medellín a Bogotá con VivaAir. Una horita escasa; como todos los vuelos sin retrasos, ni problema alguno. Como todos también, muy barato: 237.693 COP = 66,29 € por persona.

He de confesar que conocer Bogotá a fondo no estaba dentro de mis prioridades, pero las fuerzas flaqueaban después de más de un mes sin parar y Manuel, aunque ya no tenía fiebre, se había quedado tocadillo; por ello la última semana se la reservamos a la capital colombiana y de verdad que hoy puedo decir que fue un buen acierto. Hay muchos comentarios en las redes induciendo a la gente a pensar que Bogotá no merece más de un par de días y yo quiero dejar patente que Bogotá es una bonita ciudad, con muchas sitios interesantes.

VILLA DE LEYVA

Hotel Antonio Nariño
 
Reservamos dos días de esta, nuestra última semana en Colombia, para visitar Villa de Leyva; una muy bonita población a 177 kms. al norte de Bogotá. Reservamos en el Hotel Antonio Nariño, un tres estrellas que nos costó 32€ la noche. Situado en la Carrera 11, muy cerquita de todo, pero nada destacable.

No muy lejos de nuestro hotel en Bogotá está la Estación de Autobuses, desde donde salen autocares con mucha frecuencia hacia Villa de Leyva. El viaje dura unas tres horas, pero es cómodo. A la vuelta tuvimos un ligero percance pues nos bajamos no recuerdo si antes o después y, finalmente tuvimos que coger un taxi.

La ciudad es pura delicia: calles empedradas y un estilo totalmente colonial, donde parece haberse detenido el tiempo desde el siglo XVII. Pertréchate con un calzado cómodo y recórrela de un punto cardinal a otro. Su Plaza Mayor, con 14.000 metros cuadrados, es la más grande del país y el mayor reclamo de la ciudad. Villa de Leyva cuenta también con una buena cantidad de museos, tiendas pequeñas y decoradas con mucho mimo; buenos restaurantes; animados bares;... Si la visita coincide con un sábado, se tendrá el aliciente añadido de visitar el mercado, variopinto y singular como pocos.
Plaza Mayo Villa de Leyva

Villa de Leyva

Villa de Leyva

Villa de Leyva

Iglesia Parroquial Villa de Leyva

Villa de Leyva

Villa de Leyva
Vi
Villa de Leyva

Mercado Villa de Leyva

Mercado Villa de Leyva

BOGOTÁ

Una vez realizada la visita a Villa de Leyva, nos quedaban cuatro díitas para disfrutar de Bogotá. Nos levantábamos pronto, solicitábamos un Uber y al centro a patear, patear y patear; comíamos por ahí y volvíamos a echarnos una siestecita, para terminar pasando las tardes tranquilas por las inmediaciones del hotel; obviamente, volvimos a nuestro hospedaje de referencia en Bogotá: Hotel Suites Real.


Entre los muchos sitios que visitamos esta semanita y que no puedo dejar de recomendar, se encuentran:

*    Sin lugar a dudas: "La Candelaria", que es el centro de la ciudad. En esa ubicación se construyó la primera iglesia de La Candelaria, de donde toma su nombre. Además de patearlo muchísimo, recomiendo entrar en los siguientes edificios (obviamente, no es posible entrar en todos, pero la majestuosidad de sus edificaciones ya merecen la pena verlas aunque sólo sea por fuera.
 
       -    La Plaza Bolivar, monumental donde las haya, presidida por la estatua de Simón Bolivar y enmarcada por varios edificios gubernamentales: la Alcaldía Mayor, el Capitolio Nacional -que alberga el Congreso de la República-; junto a él el Museo Colonial; la Catedral Primada y aledaña a ella una puerta pequeña en comparación al resto de megaedificios, pero quizás la más primorosa de todas, y se trata de la Capilla del Sagrario; el Palacio de Justicia y la Casa del Florero, que alberga el Museo de la Independencia - que animo a no dejar de visitarlo, pues está francamente bien montado, de una manera muy didáctica y es incluso divertido. Allí os explicarán, muy gráficamente, incluso teatralizado el por qué la casa se llama del "florero" y por qué la fractura de  algo tan baladí, pudo desencadenar la independencia de Colombia del Reino de España. Un hecho real, que obviamente no fue el detonante de la emancipación, pero sí se utilizó como símbolo independentista.


Florero roto
(símbolo de la independencia de Colombia

Museo de la Independencia



Capitolio Nacional

Plaza Bolívar
Plaza Bolivar

Catedral primada de Bogotá
    -   
Palacio San Carlos

Alcaldía Mayor
Catedral Primada

Palacio de Justicia


Capitolio nacional

Capilla del Sagrario
Catedral Primada

Entre el Palacio de Justicia a la izquierda y el Museo de la Independencia a la derecha, comienza la Carrera Séptima, conocida también como Calle Real del Comercio allá por el siglo XVI en la antigua Santafé de Bogotá y es una delicia, al atardecer, recorrerla y pararse cada pocos metros a ver artistas, músicos, vendedores callejeros, encuentras de todo. Al llegar a la Calle 16, el Museo del Oro, requiere una visita obligada también. A fuerza de ser sincera, es tanto, tanto, tanto lo que alberga, que terminé cansadísima y se me hizo un poco pesado, lo que me avergüenza confesar.

Museo del Oro
Museo del Oro

Museo del Oro
Museo del Oro
 
Entre visita y visita no podéis dejar de comer algún día en la Puerta Falsa (Calle 11), ya os anticipo que las colas son considerables, pero va deprisa la cosa. El nombre le viene porque frente al local de comidas estaban ubicadas las puertas de servicio de la Catedral, que eran llamadas así. Desde 1816 y con la octava generación de la familia al frente del negocio, continua teniendo el éxito del primer día. Comimos un ajiaco (cocido a base de pollo, maíz, tres tipos de patatas y bastantes ingredientes más), que estaba riquísimo. Durante mi viaje, reconozco que no terminé de encontrarle "el punto" a la comida colombiana, que me pareció un poco monotemática, pero quizás fuera por no dar con los sitios adecuados. El ajiaco sí me gustó. 

Ajiaco en la Puerta Falsa
Puerta Falsa

Siguiendo por la misma Calle 11 de la Puerta Falsa tenéis otra pinacoteca de las obligadas a visitar: el Museo Botero, con cientos y cientos de obras de arte de pintura y escultura; no sólo del propio Botero, sino una buena colección donde no faltan obras de Monet, Dali, Picasso, Toulouse-Lautrec, Renoir, Monet; esculturas de Degás y un largo etcétera. Obras que fueran donadas por el artista al Banco de la República. Merece mucho la pena.
Museo Botero


Museo Botero
Museo Botero



Museo Botero


Sergine Renoir

Bebedora de ajenjo, Toulouse-Lautrec

Museo Botero

Muy cerca, en la calle 12b con Carrera 1ª, una recóndita placita llama a gritos: El chorro de Quevedo; en ella, al parecer estableció su guarnición militar Gonzalo Jiménez de Quesada antes de fundar la ciudad en 1538.  Además de que la plazuela es bonita per se; siempre encontraréis un episodio divertido, pues los que la frecuentan son de lo más variopinto y peculiar. Para muestra, este material fotográfico del día que estuvimos allí.
El Chorro de Quevedo
Ermita de San Miguel del Príncipe
Chorro de Quevedo



Detrás del Capitolio (edificio del Congreso), podréis ver la Casa Presidencial donde reside el Presidente de la República y anejo a ella, el Observatorio Astronómico. Muy cerca, entre las Carreras 9ª y 10ª y la Calle 10 podréis encontrar el Pasaje Rivas; donde una ríada de tiendecitas de recuerdos, souvenirs, cosas típicas, harán las delicias de vuestras compras.
Casa Nariño (residencia presidencial)

Esto que os expongo es mínimamente lo que os os espera en La Candelaria; dejaros guiar por vuestros pasos, que cada uno descubrirá un Bogotá distinto.

Otra de las curiosidades que me moría por ver, eran los famosos grafiti (una palabra que ya implica plural en italiano, su lengua de origen, proveniente de graffito (sing.), no se la forma correcta de ponerla en castellano: grafiti o grafitis). Hay tours expresamente dedicados a mostrar al público lo grafiti más famosos de la capital, pero finalmente, te van saliendo al paso, sin tú quererlo. Creo que conseguí ver los más importantes.

Grafiti Bogotá
Grafiti Bogotá

Grafiti Bogotá
Grafiti Bogotá

Grafiti Bogotá
Grafiti Bogotá

Grafiti
Grafiti

La Carrera 10 adelante hasta la altura de la Calle 23 nos lleva de lleno al Centro Financiero de Bogota. 
Plaza de toros Santa Marina
Los altos edificio se ven casi desde cualquier ángulo de la ciudad, tales como la Torre Colpatroa, el Centro de Comercio, el Edificio Avianca, la Torre Norte,... todos ellos con una altura cercana a los 200 metros. Dar un paseo por aquí compensa la posible torticolis de mirar hacia la punta de los rascacielos, pues está en las inmediaciones también, el bonito coso taurino de Santa Marina, un hito de las corridas de toros mundiales, el Parque de la Indepedencia y aledaño a él, el del Bicentenario.
Edif. Aseguradora del Valle

Da mucha pena ver a la bonita "Rebeca", aguadora sin agua en su fuente emulando a las del mismo París, pero abandonada por la dejadez de las autoridades municipales. Vaya desde aquí mi denuncia.

Edificio Colpatria

Iglesia de San Diego

Me llamó mucho la atención, en medio de estas moles de acero y cristal, una iglesita pequeña, encalada, con un primoroso jardín, la de San Diego; se diría que es un remanso de paz en un mundo que no para.

Otra recomendación: si pasais un domingo en Bogotá, no dejéis de ir a Mercado de Usaquén. Desde nuestro hotel, cogimos un autobús que discuría a lo largo de la Carrera 11ª y nos dejaba allí mismo. Es el "mercado de las pulgas" (denominación en los países latinos a los mercadillos) más bonito que he conocido. Con artesanía original y de calidad. No os lo perdáis, si podéis.


Estación tren Usaquén

Mercado de Usaquén
Mercado de Usaquén
 
Para una amante de la historia como a mí, la Casa Museo Quinta de Bolívar tenía, además de visitar la recreación de una casa de hacienda del siglo XIX, el componente histórico que puede acercar a la figura de Simón Bolivar, sin lugar a duda, personaje de gran valía militar y estratega político.
La mansión fué un regalo a Simón Bolivar por la Familia Portocarrero; que la conservaría durante diez años, pero sólo la habitaría poco más de uno. Cierto es que fue el refugio de sus constantes viajes y nido de amor con Manuelita, amante que le hizo mitigar el dolor de la pérdida de su mujer, muerta de tuberculosis. La casa fue adquirida por el gobierno colombiano e invirtió fuertes cantidades de pesos para reformarla y dejarla lo más parecida a cuando el Libertador se paseaba por susjardines: el salón de la estufa -con una nutrida biblioteca que sin duda nos dice mucho sobre los gustos literarios de Bolívar; su propio dormitorio; el salón de Manolita; el comedor; la alcoba de sy ayudane de Cámara, que prometiera en vida de la madre de Simón mantenerse siempre a su lado; la cocina; y, la joya, los jardines, con un mirador al fondo y un baño de obra por donde el agua era especialmente fría por gusto de su propietario.
 de disfrutar de la visita, no se os olvide pasar por un restaurancito que está casi enfrente, que hacen unas empanadas de muerte.
Quinta de Bolívar

Quinta de Bolívar

Quinta de Bolívar

Quinta de Bolívar


Quinta de Bolívar

Como podéis comprobar esto es una mínima parte de lo que Bogotá tiene para ofrecer al visitante. Dadle una oportunidad y no os arrepentiréis.

12 de septiembre

Vuelo Caracas-Madrid con Iberia.

El viaje ha terminado. Treinta y cuatro días pasados en un país maravilloso; que con serlo, su gente lo es mucho más. Adios Colombia, me vuelvo a España, enamorada de ti.


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