Guadix, la mora y la gran olvidada Sierra Nevada almeriense

24 de junio 2019


Motivos, los desconozco; pero un 35% del Parque Nacional Sierra Nevada pertenece a la provincia de Almería y es un gran desconocido para el turismo que visita el parque con las mayores alturas montañosas de la península. Pero si sangrante es ese desconocimiento del sur del parque, conocido como Alpujarras -granadina y almeriense- no es menos su cara norte que a lo largo de la Autovia A-92, va permitiendo descubrir un rosario de bonitas localidades, cargadas de historia.

Tres días nos permitieron descubrir esta zona y un must que teníamos pendiente que era Guadix y vive Dios que no nos defraudó.

Desde Mojácar (nuestro punto de partida), la Autovia A92 te permite pasar abruptamente del Desierto de Tabernas con Gérgal como última localidad  a Nacimiento, que pueblo y río homónimos dan la bienvenida al visitante a Sierra Nevada. Aún estamos en tierras calientes y las alturas no lo son lo suficiente como para ofrecernos crestas nevadas, pero si nos descubren bonitas localidades, con mucha historia, buenos monumentos y aún mejor gastronomía.  ¡Vamos a ello!



Gérgal
Gérgal no entraba en el recuento de estas poblaciones objetivo de nuestro recorrido; es decir, no forma parte del Parque Nacional Sierra Nevada, pero un castillo, como toda buena edificación defensiva que se precie, en la parte más alta del pueblo, me llamaba a gritos. La subida en coche no era del todo cómoda por una calle muy muy cuesta arriba y muy muy estrechita, pero llegamos. El castillo muy bien conservado pero cerrado, pues está en posesión de manos privadas, tiene una historia de raigambre: donado nada menos que por los mismísimos Reyes Católicos, junto con su villa aneja y alguna otra mas al último maestre de la Orden de Santiago por los servicios prestados en la guerra de Granada; fue pasando de heredero en heredero, jugando buenos papeles defensivos contra piratas turcos y berberiscos; incluso en 1568 fue foco de insurrección de los moriscos y en él murieron masacrados por el morisco Puertocarreño. Finalmente un heredero sin descendencia lo donó al Ayuntamiento y fue vendido en pública subasta en 1972.


Castillo de Gérgal

Iglesia Nuestra Señora del Carmen (Gergal)

Bastante cerca del castillo, encontramos la plaza del pueblo con la iglesia Nuestra Señora del Carmen del siglo XVI; aunque de aquellos tiempos debe quedar poco, pues fue quemada en el siglo XVII durante la Rebelión de los Moriscos.

 Incautamente preguntamos si había otra salida distinta a la que habíamos abordado para entrar y nos mandaron cruzar la plaza y encontraríamos un camino algo mejor. Nos debimos de meter mal, el caso es que nos vimos en una encrucijada de una población ARABE con mayúsculas, calles que permitían a sus vecinos casi darse la mano de acera a acera y una "calle-escalera" cómo única vía de escape. Un morito, muy ad oc y, sobre todo, muy a tiempo nos paró y dijo que "¡dónde íbamos!". Total que a desandar lo andado, marcha atrás, y una servidora por fuera dirigiendo al conductor.

Directos a Doña María. La Venta de doña María ya aparece mencionada en el Libro de Apeo; aunque su importancia no era propia, sino de su vecina Abla, por donde transcurría una calzada romana. Hoy es una localidad cuya población se ha visto mermada cada año y se ha unido con otras dos poblaciones -Ocaña y Escúllar- en aras a formar las Tres Villas y compartir recursos municipales. Su iglesia, su placita y poco más.

Abla. Aquí ya "hablamos" de palabras mayores. Lo primero, porque había llegado la hora de la comida y el estómago reclamaba su atención más que la vista.

Nos dirigimos directamente a un restaurante que habíamos conocido camino de nuestra visita el año anterior a Centro Astronómico de Calar Alto, en el que se comía muy bien y tenía muy buenas vistas, "El tío Peroles", pero estaba cerrado; soy de las que cuando tiene hambre no sabe esperar y nos metimos en el siguiente a pocos metros, "El Pintao". Fue un verdadero acierto; lo único que tenían era el menú del día, pero me "metí entre pecho y espalda" un cocido típico almeriense de trigo, que estaba de competición y ¡ojo!, el termómetro rondaba los 35ºC.
Mausoleo romano (Abla)

Hallazgos líticos nos hablan de presencia humana en la edad de Cobre con la cultura de Los Millares (tercer milenio a.C.) y en la de Bronce con la Argárica(1800-1300 a.C.). En el mapa de Ptolomeo aparece mencionada ABULA junto otras quince localidades pertenecientes al sur de Bastetania, territorios así llamados por los romanos a su llegada a la península y que comprendía desde Cartagena hasta Málaga, incluyendo el sur de Jaén y de Albacete.

Han llegado los romanos a Abla o Alba como la llamaban y hay constancia de ser lugar de aprovisionamiento y descanso de viajeros y comerciantes. Emocionada, leo sobre el legado romano del que hoy Abla puede presumir: un mausoleo. Sin pérdida de tiempo, al salir del restaurante, lo busco en el Google Maps y comenzar ruta andando: creo que ni 50 metros andados, la voz anodina nos dice "que hemos llegado a nuestro destino".  Una torre funeraria de planta cuadrada y cubierta abovedada, muy resguardada, como no se podía esperar de otra manera.

Ermita de los Santos Mártires (Abla)

El calor era de justicia en aquellos momentos y la iglesia, a la que habíamos comenzado a buscar, parecía no estar cerca, por lo que volvimos al coche y sustituimos la parroquia de La Anunciación por una pequeña ermita que parecía llamarnos desde lo alto de una cercana montaña. La Ermita de los Santos Mártires (s. XVII-XIX) reza una placa de mármol en la entrada: "El culto a los Santos Mártires se establece formalmente en Abla por Decreto de 18 de abril de 1629, por el que se declaraban patronos de Abla a los santos Apolo, Isacio y Crotato."
Abla

Desde la carretera, se ve a lo lejos la torre campanario de la Iglesia de La Anunciación, pero el calor y una reseña leída sobre la aberración habida durante la Guerra Civil, en que convirtieron el templo en cine y se perdió toda la riqueza de su interior, nos hicieron desistir de subir hasta allí. Seguimos ruta.
Añadir leyenda

Escasos 7 kms. separan Abla de Fiñana, municipio asentado en el valle del río Nacimiento y en otros tiempos confín en disputa. Fundada por los romanos con el objetivo de controlar el cruce de caminos Guadix, Almería y Granada, con la llegada de los árabes se integró en el Reino nazarí, hasta 1489, año en que los Reyes Católicos pernoctaron en la villa y fue suficiente para formar parte de la Corona de Castilla. Pasear por sus calles, nos habla mucho de esta historia: hay claramente dos Fiñanas; una árabe, de calles enrevesadas y en cuesta y otra cristiana, que se agrupa a lo largo de la calle Real en la parte más llana.
Fiñana
Iglesia de la Anunciación (Fiñana)
Plaza de la Constitución (Fiñana)
Fiñana con su Alcazaba al fondo

En la parte occidental y subiendo la vista hasta la parte más alta, destaca la Alcazaba, hoy propiedadprivada y en un estado ruinoso; sólo quedan en pié restos de tres torreones y una smurallas que rodearían el pueblo en el siglo X. Pero al margen de ella merece la pena serpentear por su calles, aunque advierto que hay que tener una buena forma física. Dividiendo la población en dos, en el centro la gran plaza de la Constitución, donde yergue la Iglesia parroquial de La Anunciación, creada tras la conquista en el siglo XVI. No puedo hablar del interior pues, no sé si mis horarios no son aptos para casas de oración, pero casi el ochenta por ciento de las posibles visitas están cerradas.


Ermita Nuestro Padre Jesús de Nazaret (Fiñana)

Pero si sentí ver cerrada la Iglesia de La Anunciación, más lo fue la de la Ermita de Nuestro Padre Jesús Nazareno, pues aunque su exterior no sorprenda, el interior guarda tesoros de la que en otro tiempo fuera mezquita de Fiñana, erigida entre los siglos XII y XIII y hoy es Monumento Histórico Artístico Nacional.

Otra característica del municipio son su cantidad de fuentes, sencillas, pero bonitas.


Otras tres poblaciones se cruzan en nuestro camino: Juéneja, Dólar y Ferreira. Estamos ya en la provincia de Granada y ser el último bastión conquistado dejó mucha huella histórica.

Hoy, el Marquesado del Zenete es una mancomunidad voluntaria de municipios granadinos; unidos para promover y racionalizar su desarrollo social y económico (forman parte de él: Albuñán, Aldeire, Alquife, La Calahorra, Cogollos de Guadix, Dólar, Ferreira, Huéneja, Jerez del Marquesado y Lanteira). Localizada en la cara norte de Sierra Nevada hasta la Sierra de Baza. Otrora, fue un marquesado de raigambre y he a continuación su historia.

Nos encontramos a finales del siglo XV y la Corona de España se encuentra con serios problemas de toda índole, pero sobre todo pecuniarios y nuestra historia será un ejemplo clarísimo de los sucesos de la época. En marzo de 1490, los Reyes Católicos conceden a Pedro González de Mendoza, cardenal y arzobispo de Toledo -sobradamente conocido como el Cardenal Mendoza- en "señorío" las alquerías musulmanas de La Calahorra, Ferreira, Aldeire y Dólar; un mes más tarde, un nuevo presente, se suma al anterior: Jérez, Lanteira, Alquife y Alcázar. Una forma de agradecerle al Cardenal el préstamo de 22 millones de maravedíes necesarios para continuar la guerra de Granada. 
   Todas estas propiedades unidas a las anteriormente adquiridas en la provincia de Guadalajara y en el Reino de Valencia conformaban un patrimonio que respaldaba un poder sin parangón; patrimonio que dos años después pasaría a manos del hijo bastardo del Cardenal, Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza (no confundir con nuestro gran Cid Campeador, que vivió más de cuatro siglos antes). Y como colofón la Reina Isabel le nombró Marqués de Zenete, en honor a su padre. 

Rodrigo Díaz de Vivar diseñó una política fiscal que consiguió enriquecer su arcas notablemente, basada en costumbres permisivas a los moriscos a cambio de una fuerte tributación, subió los diezmos de sus villas y se apropió de las mezquitas construidas en su mayorazgo.
Castillo de Calahorra

Los señoríos pasaron a la muerte de Rodrígo a su hija Mencía, casada dos veces con aristócratas de alto relieve, pero que murió sin descendencia; heredando las propiedades su hermana María de Mendoza que casó con Diego Hurtado de Mendoza y, finalmente, su hijo Íñigo López de Mendoza integrará los marquesados de Zenete y Argüeso a los condados de Saldaña y del Cid, pero la revolución liberal acabó con el Antiguo Régimen.
Calahorra



Antes de que llegara la noche nos apresuramos hasta La Calahorra, con ánimo de poder ver su famoso castillo, aunque no tendríamos esa suerte. La edificación defensiva, actualmente en manos privadas (Duques del Infantado),  lo enseña el guarda los miércoles; siempre bajo previa cita (teléfono: 958.677098). ¡Era lunes!

 Mandado a construir por el hijo del Cardenal  (como hemos visto, primer marqués de Zenete) entre 1509 y 1512, fue la primera edificación que utilizara los modelos renacentistas. Como anécdota curiosa, he leído que el emperador Carlos I mandó borrar la inscripción mandada a poner por orden de don Rodrigo, en el acceso al castillo, debido a su calidad de bastardo. Al parecer, fue construida sobre otra construcción andalusí.
Ayuntamiento Calahorra
Calahorra
Calahorra

Nos dedicamos a recorrer el pueblo, aunque por el rabillo del ojo se escapa la mirada sin querer al castillo. El nombre de Calahorra quiere decir castillo, fortaleza. En el casco urbano se construyó un bonito templo del siglo XVI, sobre el antiguo solar de la mezquita -la historia se repite, una y otra vez-, del que destaca su esbelta torre. Salimos con la promesa de "volveremos".

Iglesia Nuestra Señora de la Asunción (Calahorra)
Hotel Abentofail (Guadix)
Patio hotel Abentofail (Guadix)
A la caída de la tarde, alcanzamos Guadix, donde el hotel Yit Abentofail nos esperaba para una buena cena y una reparadora noche. Altamente recomendable, por situación, decoración, servicio, precio,...(sin dudarlo).

Guadix es una localidad situada a 57 kms. de Granada, en un cruce de caminos de una gran importancia estratégica desde la antigüedad, pues ponía en contacto la zona minera de Sierra Morena y el Guadalquivir con el Levante y la Meseta, a través de la Vía Augusta romana. La zona, poblada desde el Paleolítico, no ha dejado nunca de estar ocupada por distintas civilizaciones y en ella se han ido acumulando, a lo largo de los siglos, el conocimiento comercial de los fenicios, la prepotencia militar de los cartaginenses, la práctica política de los romanos, la espiritualidad de los primeros cristianos y la profunda sabiduría de los andalusíes.

Iglesia San Torcuato
Hasta aquí historia pura y dura; pero la fundación de Guadix tiene su leyenda, emulando a las grandes ciudades como Roma, Atenas o Cartago. Se cuenta que fue fundada en el año 818 a.C. nada menos que por Pigmalión, hermano de la reina Dido (fundadora de Cartago en el norte de África). Leyendas aparte, lo cierto es que fue una ciudad privilegiada para los cartaginenses por su función defensiva y su riqueza en yacimientos minerales. Ya en época romana, Guadix fue la primera ciudad convertida al Cristianismo, siguiendo a San Torcuato, uno de los Siete Varones Apostólicos, ordenado sacerdote en Roma por los propios Apóstoles. De esta manera, se convierte en  la primera sede apostólica de España.

Plaza de la Constitución o de las Palomas (Guadix)
Una vuelta por el pequeño casco urbano amurallado, una cervecita en la Plaza de la Constitución (con una tapa non petita, pero muy agradecida) y buscando un restaurante bueno para cenar, resultó que el mejor se encontraba en nuestro propio hotel. Niquelado.

Al día siguiente, nos disponíamos a descubrir cada rincón de esta ciudad que ya nos había puesto los dientes largos el día anterior.

Portada de la Encarnación - Catedral Guadix
Nos dirigimos directamente a la catedral para conocer sus pases, por la mañana de 10:30 a 14 horas cada media hora (6 euros audioguía -catedral, museo y torre-, más 3 euros de la audioguía).

Portada de Santiago (Catedral Guadix) 
Portada San Torcuato (Guadix)
Portada San Torcuato (Catedral Guadix)
No cabe duda de que estamos ante la joya de la ciudad. Mandada a construir sobre la Mezquita Mayor en el siglo XVI y encargada a Diego de Siloé, se tardan tres siglos para su finalización, por lo que en ella se fusionan tres estilos: gótico, renacentista y barroco. Tiene tres puertas de acceso; la portada principal o de La Encarnación que evoca un gran retablo dividido en tres cuerpos: en el central un gran relieve en mármol con el misterio de la Encarnación y sobre él, el escudo de los Borbones; a los costados grandes ojos de buey presidiendo las puertas; al Norte, la Portada de San Torcuato (s. XVIII), con un aire palaciego (esta es la que da acceso a la visita guiada de todo el conjunto catedralicio); y, por último la Portada de Santiago - sin duda la más bella, respondiendo al ideal barroco católico.
Piedad de la Catedral de Guadix
Pero sí espectacular es su exterior, el interior reserva varias sorpresas: su monumental órgano romántico y detrás de él la belleza de la sillería del coro. Muy cerca del coro, aguarda al visitante una réplica perfecta de la "Pietá" de Miguel Ángel, realizada con mármol de Carrara, desconociéndose su autor. La Virgen con un rostro muy joven, más que la de su hijo yacente, simbolizando la eternidad. La escultura fue destruida durante la Guerra Civil y reconstruida magistralmente hace algunos años.

Torre campanario Catedral Guadix
Excavaciones circo romano (Guadix)
La torre campanario, en el exterior, visible desde cualquier punto de la ciudad, completa el monumento arquitectónico catedralicio. Recientemente, se han permitido las visitas a la torre y la recomiendo, sin lugar a dudas.  A través de una escalera de doble hélice -única en España- (una en posición vertical y otra horizontal), es posible subir y bajar sin cruzarse en ambos sentidos; inventadas por Leonardo da Vinci y construida por Diego de Siloé. La subida se hará desde la puerta de San Torcuato (a través de una pequeña puerta que da a la calle) y se baja hasta la capilla de la Virgen de Fátima. 160 escalones que nos llevan a un balcón volado que permite contemplar toda la geografía accitana con Sierra Nevada al fondo, con una visión de 360 grados. Bajo el campanario, se ha habilitado la casa del campanero, con todo lujo de detalles.



A continuación del Arco del Palacio Episcopal hay una parada desde donde sale el trenecito turístico, que es una buena forma de llevarse una vista general de todo Guadix.

Una locución va explicando los grandes cambios que Guadix sufrió desde su fundación en lo alto de una colina. En el siglo X, los andalusíes (naturales de la España musulmana) construyen una fuerte muralla defensiva, con varias puertas, y en su interior, la Mezquita Mayor, la Alcaicería (recinto comercial), los baños públicos, la judería con su sinagoga y un castillo construido en el siglo XIII. Extramuros, los arrabales, donde convivían mozárabes cristianos, con musulmanes y judíos.Una vez tomada la ciudad por los Reyes Católicos, la ciudad es transformada con grandes construcciones que dejan patente, por encima de todo, el triunfo de la Cristiandad.

18º y en el centro de Guadix, rondando los 40º
El trayecto del trenecito corona su recorrido en el sur de la localidad, con su gran tesoro que son las casas cueva. Casi dos mil viviendas en las entrañas de las montañas hacen que Guadix sea considerada la Capital Europea de las Cuevas. Casi 4.500 accitanos viven en estas curiosas viviendas, que hoy en día gozan de todas las comodidades y la bonanza de una temperatura constante entre 18 y 20 grados centígrados a lo largo del año.

Para estudiar sus orígenes habría que retrotraernos a la toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492, que provocó la huida de los moriscos hacia los arrabales y periferia de Guadix. Su adecuación era realizado por maestros alarifes con pico y pala y la técnica era conocida como "picado" del cerro para que no se derrumbara. Hoy, se excavan grandes túneles que se dividen en tabiques que van conformando las estancias de la vivienda. El interior de la cueva está recubierto de cal para conseguir luminosidad y actuar de desinfectante. Las singulares chimeneas que salen al exterior para expulsar los humos de la cocina, se obtienen perforando el cerro verticalmente, construidas con argamasa y encaladas posteriormente.
Barrio de las Cuevas (Guadix)


La función de las cuevas no es solamente de vivienda; se realizan para otros usos como el religioso, funerario, productivo, hornos de pan, alfarerías, alojamientos rurales, hoteles cueva, museos, etc. La zona está dividida por barrios y el trenecito te deja en el Barrio llamado de Las Cuevas, donde a pocos pasos se puede visitar la Cueva museo, el mirados, la Ermita Iglesia-Cueva y el exterior de cuevas habitadas. En 30 minutos, el tren vuelve sobre sus pasos al punto de partida, que será el del final; pero no os apuréis si no os da tiempo -como fue nuestro caso- podéis coger el siguiente, sin problema.

Iglesia Nuestra Señora de Gracia (Barrio de las Cuevas de Guadix)
 Iglesia Nuestra Señora de Gracia está localizada en la plaza de Pedro Poveda y la visita es, a mi parecer, de obligado cumplimiento. Quizá el exterior nos diga poco, incluso adentrándonos en ella; pero caminando hacia el altar, a la derecha se descubre la sacristía y tras ella un vano excavado en la roca. Al parecer, en tiempos remotos, el lugar era una tahona, que se adaptó cono ermita y la leñera fue transformada en el actual altar mayor.





Muy cerquita de la Iglesia se encuentra una casa museo, anteriormente vivienda particular hasta que fue adquirida por el Ayuntamiento para adaptarla a las visitas turísticas. La última familia que vivió en ella la adquirió en 1928 por 300 pesetas, cuando un buen jornal se pagaba a 3 pesetas mensuales. Los primeros moradores de la zona eran moriscos o castellanos viejos venidos del Norte, llamados por la abundancia de puestos de trabajo en la fabricación de harina y azúcar.


La casa que se visita consta de nueve habitaciones y está muy bien situada, frente a la Iglesia. Lo primero era la sala, donde "hacían la vida diaria", porque era donde más entrada de luz existía; le siguen dos dormitorios, la cocina con chimenea -también con ventana excavada- y un cuarto para los animales, evitando posibles robos de los mismos, al tiempo que proporcionaban calor a la vivienda. Al fondo se encuentra la despensa, oscura, sin puntos de luz, donde guardaban patatas, ajos, vino, etc. Se trataba del frigorífico de la casa. Nuestra guía respondía a las dudas que le plateábamos; por ejemplo, cómo es posible que no exista humedad; la respuesta es gracias al material primordial que es la arcilla, que drena el agua. Nos comentó también que alguna vivienda disponía incluso de pozo excavado en la tierra.





Dos miradores en este barrio, el de la Magdalena y el del Cerro de la Bala, con vistas impresionantes a casco urbano, completan la troglodítica visita.






excavaciones Teatro romano (Guadix)
 De nuevo en el centro urbano, a poca distancia del final del trayecto del trenecito, frente al Palacio Villalegre una extensión amplísima de terreno donde minuciosos arqueólogos trabajan sin descanso; se trata, nada menos, que del Teatro Romano de Guadix, una edificación del siglo I d.C mandada levantar por el emperador Tiberio hacia el año 25 y que fue clausurado en el año 300. El sacarlo a la luz es una obra lenta y minuciosa y a día de hoy solo se ha descubierto una parte del teatro de 49 metros de longitud y 38 de ancho, con un aforo de más de 3.500 personas. Es visitable previa solicitud al Ayuntamiento de Guadix.

Plaza de las Palomas o de la Constitución (Guadix)
Arco volante Palacio Episcopal y Catedral
La Plaza de las Palomas o de la Constitución es el principal espacio público de Guadix al que se llega al final del paseo de la Catedral. Construida a finales del siglo XVI y comienzos del XVII es un gran espacio rectangular, con galerías presididas por arcos; sólo los ocho de la izquierda son originales. Algunos de ellos presididos por escudos con el aguila bicéfala y la corona imperial de Carlos V. En uno de los frentes se encuentra el edificio del Ayuntamiento. En el lateral septentrional se ha abierto un centro de interpretación desde son visibles restos de la muralla medieval.

Escolanía de la Catedral de Guadix
Frente a la portada de Santiago de la Catedral se alza un conjunto escultórico que rememora la Escolanía perteneciente a la Seo Accitana. El Padre don Carlos Ros , con celo y tesón fórmó la Escolanía que llegó a tener una fama en todo el territorio.

Colindando con la Catedral, un arco volante facilita el acceso directo de la seo al bonito Palacio Episcopal.


Alcazaba (Guadix)
La Alcazaba de Guadix es un recinto fortificado para defender la ciudad de los enemigos. Construida entorno al siglo XI, posee una torre del homenaje de planta cuadrada, coronada de almenas. Tras la conquista de los Reyes Católicos comenzó su abandono hasta su parcial destrucción; posteriormente, sería restaurada y declarada Monumento Artístico Nacional en 1931. Actualmente está cerrada, pero desde los miradores se obtiene una vista privilegiada.

Arco de Mensafíes (Guadix)
El arco de Mensafíes ha sido tradicionalmente interpretado como la entrada a la medina por el NO, pero estudios más precisos han constatado que aquello no era posible por que en medio está la rambla de San Miguel y la muralla de la medina está al otro lado. La realidad es que el arco une la Iglesia de San Miguel con la casa que era utilizada por los clérigos.


El Palacio de Villalegre es uno de los más emblemáticos de la ciudad. Construido en el siglo XVI por orden de la familia Fernández de Córdoba, sobre una construcción musulmana, propiedad de Hernán Valle, secretario de El Zagal, emir de Granada, expulsado al arrabal de Santa Ana después de la segunda revuelta morisca (1490).
Palacio de Villalegre (Guadix)

La iglesia de Santiago, situada en la plaza homónima, es una de las construcciones religiosas más importantes de Guadix, no en vano el proyecto fue llevado a cabo por uno de los más grandes, Diego de Siloé.
Iglesia de Santiago (Guadix)





Guadix es una ciudad para patear y patear sin descanso, pues es pequeña, pero cada rincón merece una parada y una instantánea.

Seguimos para Granada, vieja conocida pero que sigue sorprendiendo, aunque eso es ya historia de otra entrada.




Conservatorio Música Guadix



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