Romaría Vikinga en Catoira (2/3.08.2014)
Romería vikinga Catoira 2014 |
Desde mediados del siglo IX, en que una fuerte tempestad les hizo encallar a las puertas del territorio gallego -accidente que les permitió comprobar las bondades de la tierra, la bellezas de sus mujeres y enterarse de las riquezas que aguardaban en Santiago de Compostela-, no cesaron de organizar incursiones, con cruentas batallas, de las que no siempre saldrían bien parados.
"Gente hasta entonces desconocida, pagana y muy cruel", así califican a estos aguerridos vikingos, venidos de países escandinavos, los anales de nuestra historia. "Gens crudelissima", "mas feroz que los musulmanes".
La noche anterior todos los catoirenses en una cena convocada al efecto, planificaron la estrategia a seguir al día siguiente, ante la inminente beligerante visita (algo así como la vuelta a casa por Navidad en estío). Había que estar preparados, para que las fuerzas no flaquearan, por lo que la cena fue contundente: mejillones, pulpo, cordero y bizcocho; todo en generosas cantidades. Todo ello regado con buen vino, que corrió a placer a lo largo de toda la noche.
No nos olvidemos de que estamos en tierra de meigas, por lo que el Bruxo Queiman, puso a todos los asistentes la carne de gallina, mientras conjuraba facendo una queimada, pasando a lume su propio cuerpo.
"Lume lumiña que verde camiña, da Fraga a Lareira e faise lumiera.
Lume de quentura para a nosa fartura; lume bençoada que roda a queimada."
"SENTIR A NOSA TERRA: GALICIA, GALICIA, GALIIIIIIIIIIIICIA"
El domingo, hacia medio día, todo Catoira a una, esperaba la llegada de los dakkars nórdicos. Como el año anterior, y el otro y el otro, entrarían por la ría de Arousa y seguirían río Ulla arriba hasta las Torres del Este de Catoira, donde desembarcarían y tendría lugar una encarnizada lucha por intentar conseguir adentrarse en el territorio. Y así fue: a la una, se vieron asomar las embarcaciones vikingas y se sucedió la lucha. Una vez más CATOIRA y sus vecinos vencían al enemigo, que volverá a intentarlo, a buen seguro, el año que viene.
No nos olvidemos de que estamos en el siglo XXI y hasta los vikingos reciben instrucciones por el móvil, mediante roaming |