Asesinato en Navidad

Los Hastings son un matrimonio inglés, que por motivos que no vienen al caso, decidieron cambiar, hace ya algún tiempo, su residencia londinense por un pequeño pueblo de la provincia de Guadalajara -Monasterio-, rinconcito español donde viven alejados de la loca vida de una gran urbe, pero lo suficientemente cerca como para disfrutar de sus ventajas. Todo ello, sin dejar de lado la raigambre británica, de la que tan duro les resultaría prescindir.




Anteanoche, Nochebuena para más señas, los Hastings convocaron a lo más granado de la colonia británica residente en España. La cena, al estilo español -la integración en las costumbres españolas les está costando grandes esfuerzos, pero procuran, dar tintes de aclimatación a su vida, de cara a los vecinos-, consistió en gambones a la plancha, cabrito asado (comprado en un pueblo cercano) y ensalada; ¡ah! de postre una tarta buenísima que la ama de llaves horneó para la ocasión y brownies comprados en La Sirena, de cuya procedencia, afortunadamente, nadie sospechó siquiera. A la sobremesa, los invitaron brindaron, con espumoso catalán o zumo fermentado de manzana asturiano,... todo muy, muy ... es...pa...ñol.

Lord Arthur Hastings
Todo transcurría aparentemente con normalidad, hasta que algún minuto,... pocos,... pasadas las doce, un desgarrador grito, con olor a muerte, cimbreó toda la mansión y puso la carne de gallina a todos los invitados. Lord Arthur Hastings acababa de ser asesinado y yacía acuchillado, en la escalera de mármol que conduce al dormitorio principal.

En el momento en que se recibió la llamada desde la mansión de los Hastings, en la Comisaría de Policía de Guadalajara, los dos números que se encontraban de guardia aquella noche, intentaban olvidar que debía pasar la Nochebuena alejados de sus familias, con un par de botellas de buen ron y medio kilo de langostinos comprados a última hora en Mercadona.

De mala gana, echaron a suerte cuál de los dos debería desplazarse a Monasterio, y la moneda decidió que iría Paco (en realidad se llama José, Pepe le llaman en casa; pero a raíz de una conocida serie de Antena3, ha obligado a que toda la Comisaría le llame Paco).

Alex Brice (Notario)
Paco/Pepe llegó al domicilio de los Hastings pasadas las 2 de la madrugada y levantó atestados del caso. Como a esas horas, el Brugal ya discurría por todas sus venas y con ansias de terminar este fastidioso e inesperado trabajo en una noche como aquélla, concluyó, de forma más que ligera, que el asesino había sido el propio Notario, Alex Brice, amigo desde hace años de la víctima. Conocido en toda la provincia, por su afición al juego, no es la primera vez que se las tiene que ver con la policía. Hace tiempo que viene siendo investigado, pues preside una asociación benéfica (Orfanatos Charles Dickens) cuyos fondos parece que no llegan a donde sus estatutos propugnan que van. El hecho de que el viejo Hastings haya legado 55.000 libras esterlinas a dicha Asociación, ha sido el motivo que ha llevado a Paco/Pepe a cerrar el caso, tan alegremente.

Soy investigador privado y me ha contratado directamente Lady Marie Hastings, para que lleve a cabo investigaciones que saquen a la luz, la verdad sobre este asesinato, cuya conclusión , a su juicio, está basado en una falacia. Para ello, creo esta página, a fin de que los lectores -afectos directos o no- introduzcan sus comentarios que ayuden a esclarecer los hechos del caso y conseguir la reapertura del mismo.

Para que se juzgue con un conocimiento de causa suficiente, hago a mis lectores un somero resumen de cada uno de los posibles culpables, el posible móvil que podría haber llevado a cometer el asesinato y su coartada, si es que la tenía.

Lady Marie Hastings (mi cliente) y
Patric O'Brian (jardinero)
Mi cliente, Lady Marie Hastings, queda excluida, pues sería de género tonto, haber cometido un crimen e intentar reabrir el caso en el que se ha culpado a alguien que no eres tú. He de reconocer que podría tener motivos mas que suficientes para asesinar a su marido: los devaneos del viejo Hastings eran de sobra conocidos por todo el mundo y las sospechas de que la relación con Elizabeth, su secretaria personal, había dejado de ser profesional hace tiempo, dejaron de serlo cuando mi cliente descubrió la generosa donación de 10.000 libras y la propiedad del piso de Soho, que su marido hacia a "la zorrita", como ella la llama. En el momento del óbito, mi cliente se encontraba precisamente con "la zorrita" en el dormitorio principal, en la segunda planta, por lo que ambas quedan descartadas como culpables del crimen, por lo menos de manera directa.

Sandy Hastings (hija del Lord) y
Brown Jenkins (amigo de la víctima)
Sandy Hastings, hija de mi cliente. A juicio de su madre, no existe ninguna razón plausible para que quisiera asesinar a su padre; le quería y disfrutaba de su condición de "niña de papá". Casada muy jovencita, con un hombre al que Lord Hastings detestaba, si que pudiera estar encubriendo a su marido.







Josephine (madre de mi clienta)
Josephine, madre de mi clienta. Su avanzada edad es motivo mas que suficiente para su exculpación. Se retiró a sus aposentos cuando terminó la cena y sus fuerzas no le hubieran permitido coger las tijeras -arma homicida- y acuchillar al marido de su hija, por mucho que lo odiase.

Elizabeth Chaterley (amante
de Lord Hastings)









Elizabeth Chaterley. Es la única invitada que no pertenece a la alta sociedad. Guapa y astuta, consiguió embaucar a Lord Hastings hasta conseguir que éste la tuviera en cuenta a la hora de firmar testamento y de una manera más que generosa. Se encontraba con mi cliente, como ya se ha mencionado, en el momento del asesinato, pero muy bien pudiera haber conseguido, con sus malas artes, que alguien lo hubiera hecho por ella. En marcha, una denuncia, por parte de mi clienta, pues la noche de actos, robó, sibilinamente, un valioso collar a la hija de la familia.

Patrick O'Brian (el jardinero)
Patrick O'Brian. Irlandés, borrachín y simpático, fue contratado directamente por Lord Hastings. Era muy maltratado en la casa, pero le pagaban bien. Había llegado a su conocimiento que se estaba barajando su despido, pues su afición por la bebida le había llevado a tener serios problemas con el ama de la casa (de hecho todas las invitadas féminas aludieron que su perfumes habían sido sustraídos de sus dormitorios durante el fin de semana, nadie duda quién fue el autor de estos robos). Asegura que vió a Brown Henkins con el testamento en la mano, momentos antes de cometerse el asesinato.

Jasmin (ama de llaves)
Jasmin. El ama de llaves. Traida también de Inglaterra, lleva muchos años sirviendo en la casa; de hecho formaba parte del servicio de la madre de Lord Hastings y éste por pena o vaya usted a saber porqué oscuras razones la ha mantenido al servicio de la familia. Quizás porque le recuerda a su madre, a la que odiaba, descarga sobre ella toda su rabia a la menor oportunidad. Ella, por supuesto, detesta a sus amos en la misma medida. En el momento del asesinato, se encontraba en la cocina, aguantando estoicamente, los acosos de John Lancelot, el marido de la hija de mi clienta.

Sir Percival Tudor (socio de
Lord Hastings)
Sir Percival Tudor. Era socio de Lord Hastings en casi todos los negocios y se rumoreaba que habrían tenido fuertes discusiones en los últimos tiempos, pues éste había descubierto que desviaba dinero para poder mantener la vida de boato y lujos a la que Sir Hastings estaba acostumbrado. Asevera que oyó a alguien bajar desde la sala de invitados y descubrió una botella de whisky en el suelo.
Brown Jenkins (amigo de la víctima)

Brown Jenkins. El más viejo amigo del finado. Se conocieron en la guerra - Lord Hastings era un reconocido oficial y Brown su ayudante-. Durante una escaramuza y gracias a la intervención de Jenkins,  el Lord se libró de  perder la vida; a resultas del incidente, el soldado quedó sordo sin remedio. Desde entonces, en prueba de agradecimiento, el Lord le mantiene viviendo en su casa y aquél se deja querer, dedicándose al "dolce far niente", fingiendo ser su amigo y escuchando su versión amañada de las batallas de guerra, que nada tienen que ver con la realidad. En sus declaraciones, asegura que vió a Sir Percival salir del despacho de Lord Hastings y dirigirse a la sala de reuniones.

William Moore (novio de Elisabeth y
Jasmine (la ama de llaves)
William Moore. Se trata del novio de la amante de Lord Hastings -Elisabeth-. Nunca ha tenido mucho dinero, pero tampoco lo necesita para ser feliz. Enamorado hasta la médula de su novia, no puede evitar los ataques de celos que el comportamiento de Elisabeth le producen. Es consciente de que sólo representa un papel que sirve a su novia para mantener en secreto su doble vida. En el momento del crimen se encontraba intentando seducir a Sandy, la hija de mi clienta, a resultas de un desplante de Elisabeth en mitad de la fiesta.

Kate Beckett
Kate Beckett. Escritora de renombre; no conocía a Lord Hastings personalmente antes de aquel fin de semana, pero éste se había interesado por su obra, tras haber leído su último best seller de misterio y había decidido invitarla, lo que daría el toque cultural a la reunión. Casualidades de la vida -o quizá no se trate de tales asualidades-, el destino ha querido que le sirvan, en bandeja, el argumento y guión de su próximo libro. Su versión es que estuvo trabajando en la obra que actualmente tiene entre manos, hasta oir el grito que le hizo salir corriendo de la habitación de invitados. Jasmin corroboraría que desde la cocina se oía el tecleo continuo de la máquina de escribir, ya que Kate sigue utilizando este medio para poner en limpio sus obras.

John Lancelot (yerno de la véctima)
Budy, la mascota
John Lancelot. Es el marido de Sandy Hastings; es decir, yerno de Lord Hastings. La boda de la niña con John Lancelot nunca fue visto con buenos ojos por sus progenitores, por lo que la animadversión era mutua y abierta.Mujeriego y juerguista, no pierde oportunidad para poner a prueba la paciencia de su enamorada esposa. De haber sido él, tendría la seguridad de que Sandy nunca le inculparía.




Budy, mascota de Lord Hastings.  British, como todos, fue traída de Brighton hace cinco años. Único ser vivo, en la casa, descartado como culpable.


Por si sirviera para encontrar algún hilo del que tirar, en aras a la investigación, adjunto igualmente el material fotográfico que se incautó, correspondiente al fin de semana de los invitados de Lord Hastings a Monasterio.

Desde ya agradezco de antemano la colaboración que los lectores puedan prestar.





























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