24 de julio a 22 de agosto de 2010 Capítulo I Siempre que alguien me pregunta cuál de mis viajes me ha gustado más, contesto indefectiblemente que el último; no tiene lógica ninguna pero así es. Seguramente es porque cada año voy aprendiendo a "disfrutar un poquito más del camino". Hablar de Tailandia, es hablar de su mayor activo y reclamo turístico que no son las playas (que son de las mejores del mundo), ni la magia de sus templos, ni sus pueblos auténticos, sino su gente. Dudo mucho que haya sobre este planeta una gente más amable, más sonriente y con más ganas de agradar. La primera semana la pasamos en Pattaya, playa que está a 147 kms. de Bangkok y a la que llegamos sin mas incidente que el hecho de que Aeroflot nos perdiese las maletas y no nos las mandase hasta cinco días después -consabido transtorno de tener que comprar cepillo de dientes, cargador de BB, etc.-. Os voy a contar el incidente de la compra del cargador de la Black Berry pues es muy elocue